La mesoplastia como tratamiento integral del rostro ha dado un giro en la estética facial (incluye vitaminas, rellenos y toxina botulínica). Los pacientes piden caras naturales, en las que más que cambiar, se borren las huellas del estrés, de la mala alimentación, la falta de sueño…etc. Estamos en situación de mejorar el funcionamiento de la piel, de manera que los signos de envejecimiento se vean atenuados y mejorados.
La filosofía de la mesoplastia esta en recuperar la hidratación y la nutrición de la piel que se pierde a lo largo de los años. A través del tratamiento de estos tejidos y de la creación de columnas tensionales podemos no solo frenar, sino recuperar de forma global los efectos de la edad sobre el rostro, ejerciendo a la vez un efecto de prevención del paso de los años sobre la piel.
La aplicación de la mesoplastia se utiliza de forma protocolizada para cada paciente teniendo en cuenta su grado de flacidez, el estado y tipo de piel y su tipología facial. Se trata de un tratamiento que permite su reincorporación inmediata a su vida habitual, y cuyos efectos son realmente sorprendentes.